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martes, 6 de mayo de 2014

La Primera por Jueves Santo (I)


 



No puede haber mayor orgullo para un verdadero crucero que aquél que alcanza a ver, cada año, los cuatros pasos de nuestra Hermandad bellamente engalanados, listos para realizar Estación de Penitencia. Alguno jamás llegará a sentir ese legítimo sentimiento, esa inabarcable satisfacción, esa indescriptible paz interior que embarga el alma cuando, tras un arduo trabajo, se ha conseguido de nuevo. Por todo ello, no nos queda sino dar gracias a Dios Todopoderoso por habernos regalado otra vez, en este año de 2014, tan peculiar y sublime momento de gloria. Y también muchos más, como los que, en esta primera entrega, se recogen en estas fotos. Espero que os gusten, por lo que significan, por lo que representan, por lo que enorgullecen, por lo que amparan, por lo que reafirman, por lo que cada uno, como cofrade, alcance o quiera.





Dos sonrientes hermanas costaleras del Señor del Huerto.
Tras la salida que hicieron, motivos tenían para ello.


El mejor capataz para la mejor cuadrilla. Siempre para lo que haga falta.
Como la antigua "Meritocrática".



Y el resto del equipo, impecable. Mención aparte, nuestra contraguía.
Faltan palabras para expresar tanto agradecimiento.


No lo entendía. Menos mal que un alma caritativa me lo explicó.
"Sesarios, muchos sesarios".



Atento a la "revirá", y a todo. Para que hablen.




Fila de hermanos de turno de mayores alumbrando a Nuestra Madre.
Con todos sus anillos.


El secretario Redondo y el vicealbacea Aparicio.
 Ambos con los símbolos inherentes a su correspondiente dignidad cofrade.





Sin palabras, como en la salida. Bueno, sólo una, aunque repetida tres veces:
 guapa, guapa y guapa,como si estuviéramos en Sevilla.


La presidencia parroquial acompañada por algunos de nuestros hermanos.
Detrás "sesarios, muchos sesarios".





Mudo quedo de nuevo. Sólo me sale lo de antes, pero en mayúsculas,
con desbordada emoción,como si estuviéramos en... (cada uno ponga lo que desee)

Dolores, ¡ guapa !
Dolores, ¡ guapa !
Dolores, ¡ guapa en los días de capilla, 
guapa en las tardes de Quinario, 
guapa al salir Señora de la Villa
en la noche de plegaria hecha rosario !

( O algo así, que no me acuerdo bien. Lo que nunca olvido es decirle guapa)

Por tantas cosas, gracias Madre.

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