.

.

lunes, 2 de julio de 2012

Por Miércoles, con cubrerrostro

Mientras esperamos pacientemente unas históricas buenas nuevas referidas a nuestra Hermandad, que en cuanto tengamos en nuestro poder serán publicadas, nada mejor para comenzar las entradas de este mes de Julio que unas imágenes del único de nuestros desfiles que, en esta pasada Semana Santa, la Divina Providencia nos dejó completar, el del Miércoles Santo, el de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte en sufragio de las Ánimas Benditas del Purgatorio.

Al revisar en el día de ayer los distintos archivos fotográficos que en tiempo de Pascua nos fueron aportados, recordé la agradable sesión vespertina que tuvimos ocasión de compartir algunos hermanos tras nuestro Cabildo General de Cuentas del pasado 3 de Junio. Reunidos fraternalmente en un establecimiento hostelero de nuestra localidad, y ya de manera mucho más informal, estuvimos diseccionando minuciosamente, como tantas otras veces, los muchos pormenores que se producen en cada año cofrade. 

Dos de ellos ocuparon gran parte del tiempo de tan animada tertulia. El primero de los asuntos giró sobre la falsa polémica, creada y alentada interesadamente por los de siempre, respecto a una supuesta disyuntiva excluyente en las formas de llevar los pasos. Algunos comentarios y situaciones provocaron una "destornillante" hilaridad. No podía ser de otra forma. Se llegan a escuchar tantos disparates que no queda más remedio que engullirlos entre sonoras carcajadas. Criaturitas. Pero hombre, dejadlo ya, no veis que seguís pinchando en hueso.

El segundo de los temas de aquella tarde,  y que lleva algún tiempo circulando por los mentideros de nuestra  Hermandad, invita a una más serena reflexión. No es otro que el deseo de un grupo numeroso de hermanos de proponer a la consideración de todos un importante y significativo cambio respecto a las formas en nuestro desfile procesional del Jueves Santo, esto es, les gustaría que en lo sucesivo hiciéramos nuestra Estación de Penitencia con el rostro tapado, tal como sucedía al principio de los tiempos, práctica que, como sabéis, fue abolida por los distintos decretos de los llamados Obispos Ilustrados. Como la propuesta tiene sus detractores y sus defensores, sus pros y sus contras, aquí la dejo. Aquella tarde estuvimos dándole vueltas al asunto sin alcanzar ninguna postura común ni concluyente. Debate tiene el tema. Si alguien está interesado y quiere dar su opinión no tiene más que hacerlo. Os dejo con las fotos.






  





Fotos aportadas por Paqui Millán y Cristóbal García

1 comentario:

  1. He aquí uno de sus defensores. Puestos a cargarnos tradiciones, perdón, a recuperarlas.....porque esos fueron nuestros inicios. Pero eso no cuenta.....son muchos atrás.......quizás demasiados.

    ResponderEliminar