Un Capataz, con mayúsculas

Según recogen en el día de hoy todos y cada uno de los medios informativos, sin distinción de tendencias o líneas ideológicas, la Jornada Mundial de la Juventud 2011 celebrada en Madrid ha sido un rotundo, inapelable e indiscutible éxito en todos los sentidos. Más de un millón y medio de peregrinos han querido libremente estar estos días junto al Vicario de Cristo, Su Santidad Benedicto XVI, que ayer, sobre las siete de la tarde, abandonó España.

Ya se habrán quedado descansando muchos. No todos por los mismos motivos. Si algunos dedicaran el mismo ímpetu a reflexionar que el que destinan a otros menesteres, deberían pararse a analizar con la mayor frialdad el siguiente dato: en el aeródromo de Cuatro Vientos, durante la Vigilia del sábado y la Santa Misa de ayer domingo, se congregaron mayor número de personas que votos tienen muchas formaciones políticas de este desdichado país.

Primeros datos para la meditación democrática y trascendental. Hay muchos más, que ya estoy preparando, y que resultan -y yo sin enterarme- verdaderamente demoledores para mis impuestos, y para los de todos, ojo. Ya veréis, ya veréis, cuánto cuesta al Estado Español toda una serie de organizaciones que, una gran mayoría de las veces, no se representan ni a sí mismas. Vamos, que si tuvieran que subsistir con el dinero que aportan sus seguidores -como hace la denostada y perseguida Iglesia Católica-, dicho al castreño modo, pasarían más penalidades que un caracol en un espejo.

Perdonad el inciso y pasemos a hablar de las cosas que más nos interesan. Dejemos a un lado esa dinámica demagógica y absurda a la que nos han intentado arrastrar. Porque aquí, en este blog, que fue creado al amparo de la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz, de lo que realmente nos gusta hablar es de nuestra Hermandad, de nuestra Semana Santa. Eso sí -no nos duelen prendas en dar la razón a nuestros detractores-, con muchas imperfecciones, algún que otro desvarío, de vez en cuando con escaso rigor histórico, pero siempre con la mejor y más cofrade de las cruceras voluntades.

Tanto es así que durante estos últimos días, como habréis podido observar, llevamos poniendo en valor unas páginas adicionales del blog dedicadas tanto a los grupos humanos que conforman nuestra Hermandad, como a otros aspectos de la misma, su historia, sus Sagradas Imágenes, sus enseres, ... No es otro el objetivo que el de facilitar la mayor información posible a todos aquellos, especialmente cruceros, a los que pueda interesar. Dicen que no se puede debatir de un tema que se desconoce, del que no se tienen datos ni argumentos. En las citadas páginas tenéis a vuestra disposición muchos relativos a nuestra, más de cuatro veces y media, centenaria Institución.

La última de las citadas páginas que se ha completado, ha sido la dedicada a uno de los más dinámicos grupos humanos que tiene la gran suerte de atesorar nuestra Cofradía, los costaleros. Para llegar hasta aquí, muchas son las personas que han trabajado para hacer realidad aquella aspiración de tantos jóvenes cruceros. Una de ellas, a la que vamos a dedicar esta entrada, es Rafael Merina García, primer capataz de la primera cuadrilla que sacó la Bendita Imagen de Nuestra Madre, María Santísima de los Dolores.

Durante diez años, Rafa, como a él le gusta que le llamen -el sobrenombre lo dejo aparte aunque me consta que está en la mente de todos-, fue el auténtico director de orquesta que tuvo que afinar los más variados instrumentistas, los cuales adquirieron la técnica y el dominio adecuados a través del infalible magisterio impartido por este carpintero cordobés que venía de la Hermandad de la Esperanza y que entró en nuestras cofrades vidas sin apenas hacer ruido, casi en silencio, sin llamar la atención.

Requerida su profesión primero, ofrecida sin ambages su particular y mariana devoción después, desde el ya lejano otoño de 1999, esta excepcional persona ha venido siendo uno más de los cruceros que buscamos la Gloria de Dios a través del culto público hacia Nuestros Sagrados Titulares. Porque siempre lo tuvo claro, en público y en privado. Lo importante era el compromiso con la Santísima Virgen que glorificaban, con la Hermandad que los acogía, con la Católica Institución que a todos nos albergaba. Y siempre a través de la más sencilla de las oraciones, al iniciar cada tarea, al finalizarla, un Padrenuestro y un Ave María, un ruego a la Señora de la Villa anhelando Su Divino Amparo para tantos como Su Gloria buscamos. Porque siempre lo tuvo claro, en público y en privado, hacia dentro era para donde había que empujar, hacia el colectivo y no hacia la individualidad, hacia el compañerismo y la solidaridad, hacia el trabajo y el esfuerzo en común, hacia el humilde anonimato, hacia los valores que ansían la verdadera confraternidad.

Rafa es devoto mariano. Nada descubro en ello. En su corazón, seguro estoy, hay un sitio para dos advocaciones, Dolores y Esperanza, Esperanza y Dolores. De ambas Benditas Imágenes fue su capataz. De ambas, por unos motivos u otros, dejó de serlo. Por lo que respecta a su castreña devoción, hace bien poco. El pasado A.D. 2010 fue la última de las veces que puso su saber y conocimiento en conducir magistralmente ese Magno Altar con el que rendimos público culto a Nuestra Madre cada Jueves Santo. Hombre de pocas públicas palabras, multitud de silenciosos abrazos bañados de leales lágrimas, despidieron aquel Jueves Santo al que tanto había dejado, al que tanto había aportado, al que tanto nos había enseñado.

Este mismo año ha vuelto a Castro para estar en nuestro Quinario. Fue el sábado, día en el que, como sabéis, los costaleros hacen una ofrenda floral a Nuestros Titulares. La Hermandad quiso tener un detalle con él como agradecimiento por tantos e impagables servicios prestados. También lo tuvo con uno de nuestros hermanos, Salva Redondo, por igual e idéntico motivo. La cuadrilla, su cuadrilla por siempre, ya en la Casa Hermandad, con su nuevo capataz Javi Sánchez al frente, tuvo también una entrañable deferencia hacia él. Sin duda, lo que más agradeció, estoy seguro, no fueron los regalos, sino el sincero y emotivo calor humano.

Querido Rafa, esta foto de arriba representa un momento cualquiera de nuestra procesión de los que seguro has visto bastantes a lo largo de todos estos años en multitud de ocasiones. En muchas de ellas pude comprobar cómo alzabas los ojos mientras tus labios musitaban una íntima oración. Voy a utilizar esta imagen para finalizar este pequeño, sincero y merecidísimo homenaje que queremos hacerte desde este nuestro blog, el tuyo para lo que quieras. Para ello me vas a permitir que, metafóricamente, me convierta en el patero de cola al que acabas de llamar, porque esta figurada levantá va por una gran persona y un mejor cofrade:

Tarugo, esta levantá se la queremos dedicar al capataz de nuestra primera cuadrilla de costaleros, al que nunca podremos agradecer suficientemente todo lo bueno que ha hecho por nuestra Hermandad, por nuestra Semana Santa, por nuestro pueblo y por todos nosotros. Va por ti, Rafa. ¡¡La cola está, llama cuando quieras!!