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viernes, 26 de agosto de 2011

El traslado de la Buena Muerte

Mucha está siendo la información analizada en las últimas semanas. Fotos, documentos, artículos antiguos y modernos, la propia red de internet... están siendo escrutados por si en alguno pudiera encontrarse información, hasta ahora desconocida, y que resultara de interés. El objetivo primordial no es otro que dotar las páginas que estamos creando del máximo rigor posible en cuanto a la información que contienen. Tanto es así que uno de nuestros hermanos, que algo sabe de todo esto, lleva gran parte de sus vacaciones "pateando" la red a la búsqueda y captura de algún dato relativo a nuestra Hermandad ó a nuestro pueblo. Unos pocos son los que, hasta la fecha, ha encontrado en la ingente cantidad de archivos históricos que, gracias a su digitalización, están ya disponibles en Internet.

El que no aparece por ninguna parte, y no será por falta de esfuerzo, interés y de dejarse las pestañas leyendo y "traduciendo" el castellano antiguo de pleitos, testamentos, mandas y demás farragosa prosa leguleya, es el relativo a la fecha concreta de la fundación por la Orden Franciscana de nuestra Cofradía, y que hallazgos, llamémosles colaterales, apuntan bastante anterior a la contrastada y más antigua conocida, esto es, la del año de 1554 donde se produjo el pleito con los Carmelitas. De cualquier novedad tendréis cumplida información.

Por lo que respecta al equipo local, en servicio de guardia permanente, la misión autoencomendada es bastante más fácil: búsqueda de material en todo tipo de archivos recientes. De uno de ellos estamos haciendo un gran acopio de información antes que el paso del tiempo la haga desaparecer. Éste no es otro que el de la memoria de cuantos, de una u otra forma, han sido testigos directos o protagonistas de algún hecho destacable. Ése ha sido el método utilizado para contrastar muchos de los datos relativos a la intrahistoria más reciente de nuestra Hermandad.

Como llevamos casi toda la semana trabajando en nuestro Miércoles Santo, aquí os dejo hoy unas fotos de A.D. 2011 que recogen un acontecimiento casi desconocido para el gran público: el traslado del paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte desde nuestra Casa Hermandad, donde se ha exornado y preparado para el desfile, hasta la Parroquia de la Asunción, y del que el propio Michelna, en alguna ocasión anterior, nos ha dejado algún testimonio gráfico.

Conozcamos mejor las razones que dieron origen a esta singularidad -del traslado, no de los testimonios gráficos, que nos conocemos-. Como sabéis, en 1998 hubo que cerrar temporalmente al culto la Parroquia de la Asunción ante el estado ruinoso que presentaban alguno de sus elementos. Aquél Sábado Gloria de infausto recuerdo para todos los cruceros, nuestra Sede Canónica fue clausurada y nuestras Benditas Imágenes hubo que exponerlas al culto en la Iglesia del Carmen. Llegada la Cuaresma de 1999, se plantea a la superioridad eclesiástica la imposibilidad de hacer las Estaciones de Penitencia del Miércoles y Jueves Santo desde ningún templo de los existentes en el pueblo, ya que las medidas de nuestros pasos son ligeramente superiores a las del ancho de sus puertas. El cura párroco de aquél tiempo solicita por elevación el correspondiente permiso y, una vez concedido, nos autoriza a sacar nuestros desfiles procesionales desde la recién inaugurada Casa Hermandad que, construida concienzudamente al efecto, sí podía albergarnos sin más problema que el derivado de la estrechez relativa producida por el montaje y exorno simultáneo de los cinco pasos. Existen multitud de documentos gráficos que dan fe de cuanto aquí se afirma.

En el año 2000, felizmente reabierta al culto nuestra Sede Canónica, el Albacea Mayor por aquél entonces, Miguel Navajas Aparicio, sigue utilizando, sin embargo, las más cómodas y útiles infraestructuras de la Casa para "pinchar" la Imagen del Santísimo Cristo en su paso e insta a los responsables del adorno floral a realizarlo allí mismo también. Sólo quedaba resolver el traslado. Aquél primer Martes Santo recluta para tan excelsa misión a cuantos jóvenes veían en el Llano de la Iglesia el desfile del Señor de la Salud, el cual tiene una de sus Estaciones en el interior del templo parroquial. Así pues, una vez alejada de allí la procesión, se procedió a trasladar al Santísimo Cristo de la Buena Muerte. De esta forma dio comienzo este hecho tan singular como desconocido. Así ha venido sucediéndose, como reflejan las fotos, hasta este año inclusive. Casi en familia al principio; cada vez más acompañados después; pronto pequeña, aunque fervorosa, multitud. Amparados siempre en el silencio de la noche y la estrechez sinuosa de las calles, desde una de Sus Casas hasta la otra, hasta que Él quiera.





P.S. Amigo, como podrás comprobar, hasta la hora y fecha en las que se escriben estas palabras, tal como -sin ser adivino- te anuncié el otro día, silencio. Tuyo no sé; mío, y lo afirmo con total y defraudada resignación, cada vez menos. Quiero seguir creyendo que sólo se trata de un período de altivez enajenada transitoria. Como sigan los delirios y tengamos que utilizar un sustantivo más rotundo que el señalado en negritas, que Dios nos pille confesados. Saludos.

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